Envases sostenibles

¿Por qué, como fabricantes de herramientas, confiamos en los envases de plástico? En los últimos años, nuestros productos siempre se han enviado a los clientes óptimamente protegidos y claramente reconocibles como artículos CERATIZIT: ¡Esto no ha cambiado! Solo gracias a las cajas de envío especiales fabricadas en plástico podemos estar seguros de que las herramientas de alta calidad, algunas de las cuales, en función de sus características y tamaño, son vulnerables a sufrir daños, llegan sanas y salvas. Y como hasta ahora no se ha encontrado ninguna alternativa seria, hay que optimizar las variantes existentes, al menos desde el punto de vista de la sostenibilidad. 

Los envases de plástico requieren relativamente pocos recursos para su producción y, dado su bajo peso, pueden evitarse emisiones innecesarias durante el transporte. Los estudios demuestran que si quisiéramos sustituir los envases de plástico por materiales alternativos adecuados, las necesidades energéticas se multiplicarían por más de dos, al tiempo que se triplicarían las emisiones de CO2.

¿Qué significa "envasado sostenible"? "Los envases sostenibles ofrecen la máxima funcionalidad combinada con la mejor protección posible del producto, causan un impacto ecológico mínimo y son lo más circulares posible", reza la Directriz para Envases Circulares de la Universidad Técnica FH Campus Vienna. Exactamente nuestro enfoque: para CERATIZIT el tema de la sostenibilidad no se ha convertido recientemente en un foco de atención, sino que determina todas nuestras acciones. Una parte ligera pero muy importante es nuestro material de envasado, ya que forma parte de nuestra estrategia de sostenibilidad.

Los materiales de envasado son auténticos talentos universales, o al menos les exigimos mucho: En primer lugar, deben proteger de forma óptima nuestros productos de alta calidad durante el transporte y el almacenamiento. En este contexto, exigimos la máxima estabilidad sin permitir un peso o volumen excesivos. Además, los envases deben cumplir todos los requisitos sin necesidad de medios auxiliares adicionales, porque cada gramo más y cada centímetro cúbico añadido de espacio de almacenamiento repercuten negativamente en la sostenibilidad de nuestros productos. En consecuencia, los envases deben ser extremadamente sólidos, pero al mismo tiempo lo más pequeños y ligeros posible, además de apilables.

Nuestros clientes siempre deben recibir sus herramientas en un plazo mínimo. Por eso concedemos gran importancia a que tanto los productos como sus envases estén diseñados para un proceso de envasado lo más automatizado posible. En el caso ideal, las cajas de envío pueden reutilizarse sin más. De lo contrario, simplemente se reciclan una vez más, dándoles quizás la oportunidad de servir de nuevo como envase para una de nuestras herramientas durante su vida útil.

Aunque la funcionalidad es decisiva, creemos que el envase también debe tener un buen aspecto: prácticamente podría verse como la tarjeta de visita de nuestros productos. Esto no significa lujos ni florituras, sino un sistema de información funcional con una clara asignación del fabricante (en nuestro caso, el envase rojo) y una etiqueta claramente comprensible con los datos esenciales del producto. A pesar de todo, el material plástico utilizado para la producción de envases debe estar compuesto principalmente por materiales reciclados y ser reciclable en mayor medida. 

¿Es mucho pedir? Sí, estamos de acuerdo, pero no es imposible. No en vano se espera tanto de los envases. Los estudios han demostrado que el daño sería mayor si solo se dañara una herramienta en lugar de todo el embalaje de una entrega. Se desperdiciarían muchos más recursos importantes, lo que además subraya el beneficio de los envases en términos de sostenibilidad.

El hecho de que el material plástico y la sostenibilidad no tengan por qué seguir siendo una contradicción para siempre queda garantizado por la separación coherente y correcta del plástico tras su uso. Desde los hogares de Alemania, el material se transporta a la bolsa amarilla o al contenedor amarillo de los sistemas locales de reciclado, donde pasa por la planta de clasificación, se tritura y se somete a los distintos métodos de tratamiento en función del tipo (PP o PE). Después se separa y se sigue procesando. Y, de inmediato, nada impide que este material reciclado post-consumo se utilice para crear nuevos productos. Además de la PCR, también se utiliza el plástico post-industrial (PIR). Esto se deriva de residuos de procesos industriales que, por ejemplo, pueden incluir residuos de procesos de estampado o lotes defectuosos. Su ventaja: son fácilmente reciclables, ya que son de una sola calidad y apenas se contaminan. Así pues, el PIR representa una alternativa útil a los nuevos productos cuando no se dispone de PCR o se requiere una pureza especial del material.

Para convertirlo en un recurso valioso, los residuos clasificados se muelen, limpian, funden, filtran y granulan. El material reciclado es tan bueno como el derivado del petróleo. Ofrece la protección estándar y la misma calidad de producto que los materiales de base derivados del petróleo. Estos son los granulados con los que trabaja rose plastic AG. Esta empresa familiar de Hergensweiler/Lindau (Alemania) lleva más de 65 años fabricando envases reciclables y se ha consolidado como líder del mercado en la producción de envases de plástico para herramientas. Se utiliza exclusivamente material plástico reciclable, lo que gracias a los procesos de fabricación de grado único conduce a una cuota interna de reciclado de aproximadamente el 100 %. El resultado son productos plenamente desarrollados que se han probado miles de veces.

Las normas de recogida de material plástico viejo varían de un país a otro. En consecuencia, el producto reciclado, en función del proceso o método de separación, puede tener un color diferente. También influyen las situaciones específicas de cada país. El material oscuro, por ejemplo, resulta cuando todos los residuos de plástico de la bolsa amarilla o del contenedor amarillo se utilizan para su posterior reciclado.

El uso de material reciclado para producir material de envasado reduce la cantidad de materias primas fósiles implicadas, disminuyendo así el consumo de energía. Por ejemplo, la producción de PET común requiere el doble de energía que el reciclado. Además, se produce un 75 % menos de emisiones de CO2 en comparación con el uso de granulado convencional. El material reciclado puede reutilizarse varias veces en función de su pureza.

Un paso importante hacia nuestro objetivo de mejorar la sostenibilidad del material de envasado es su normalización. ¿Por qué deben circular distintos tipos de cajas cuando una sola forma hecha por un fabricante ofrece el mejor resultado? Abrir o cerrar el nuevo BlockPack para nuestras herramientas de mango requiere solo fuerzas mínimas, mientras que ofrecen altas fuerzas de sujeción cuando están cerradas gracias al TwistLock tipo bayoneta. Dado que la amortiguación es una propiedad fundamental para el embalaje resistente a la rotura de nuestras herramientas, los BlockPacks están provistos de extremos de tubo contorneados y ranuras laterales de apoyo, así como de pies integrados. 

Para poder mostrar diferentes longitudes de herramienta con un tipo, la longitud del paquete puede ajustarse mediante una carraca. También son fáciles de sujetar con la mano, incluso con guantes, y ofrecen estabilidad de forma, por si algo se cayera encima. Ni la humedad ni el aceite pueden dañarlos, y mucho menos su valioso contenido. Los BlockPacks son excelentes para apilar y almacenar y pueden cerrarse y reutilizarse varias veces. En general, los envases de PCR no tienen nada que envidiar a los envases de plástico convencionales en cuanto a funcionalidad.

No existía ningún embalaje especial para nuestra amplia gama de plaquitas, hasta que rose plastic dio con la solución en forma de InsertClick Box 2A y 3A e InsertBox Connect. Se han desarrollado específicamente para plaquitas de corte (plaquitas de torneado ISO, plaquitas de tronzado y ranurado, plaquitas de roscado, plaquitas indexables, plaquitas de roscado-fresado): el InsertBox Connect se ha adaptado incluso especialmente a las necesidades de CERATIZIT. Gracias a la compartimentación de las cajas, las plaquitas de corte sensibles quedan perfectamente protegidas. 

En el nuevo InsertClick Box las distintas geometrías y tamaños de corte gozan de una protección perfecta. La tapa deslizante puede abrirse fácilmente y es segura, de modo que los InsertBox pueden llenarse, cerrarse y etiquetarse automáticamente, una situación ideal para nosotros. La parte de la base y la tapa están fabricadas con el mismo material PCR-PP, por lo que todo está preparado para el posterior reciclaje del producto.

Para las plaquitas de PCD y CBN de calidad especialmente alta utilizamos el InsertBox Connect de plástico rosa como protección ideal. En el caso de este envase individual, pudimos prescindir de la incrustación de plástico que seguía siendo necesaria en el envase antiguo. Para garantizar la máxima protección de las plaquitas de corte, existen formatos de compartimento específicos para las distintas plaquitas indexables. Además, el logotipo de CERATIZIT en el interior de la tapa garantiza que las plaquitas indexables se coloquen con precisión y reposen de forma segura en el envase. Los productos PCR cumplen normas muy estrictas de calidad y rendimiento. Sin embargo, presentan algunas características diferentes de los productos nuevos, aunque esto no es signo de una calidad inferior. Los productos de envasado acabados pueden presentar pequeñas inclusiones y el contorno interior de los artículos moldeados por soplado tiene una superficie ligeramente estructurada. Las bisagras de película presentan un efecto de agrietamiento más intenso, pero sin afectar al funcionamiento totalmente eficaz de las bisagras. Además, los envases de PCR desprenden un ligero olor.

Es bueno establecer la sostenibilidad en la empresa y concienciar a los empleados sobre estas cuestiones. Es incluso mejor si también puede implicar a una institución externa que controle la eficacia de su aplicación y señale dónde aún hay potencial de mejora. La base de todo ello es el principio de la economía circular, según el cual los productos se desarrollan y utilizan en círculo y, por tanto, no es solo el primer uso del producto lo que cobra protagonismo. Este principio, denominado "Cradle to Cradle®" (de la cuna a la cuna), fue elaborado en los años 90 por el profesor alemán Dr. Michael Braungart y el arquitecto estadounidense William McDonough y desarrollado por la Agencia de Fomento de la Protección del Medio Ambiente (EPEA) de Hamburgo. 

Abarca una visión integral de la adquisición, fabricación y eliminación de productos hasta su regeneración, lo que significa que se centra en todo el ciclo. En función de lo bien que la empresa cumpla estos criterios durante la producción, se le puede conceder la categoría básica, bronce, plata, oro o platino. El certificado debe renovarse cada dos años. Esto garantiza la calidad y, además, ofrece a las empresas la posibilidad de mejorar su situación.

Antes de que un producto reciba la certificación "Cradle to Cradle®", se analizan numerosos criterios en 5 categorías: salud de los materiales, reciclabilidad, energías renovables, uso responsable del agua y justicia social. Todos estos criterios reciben la misma ponderación. Sin embargo, con la certificación Cradle to Cradle®, la salud de los materiales y la reciclabilidad desempeñan un papel importante. ¿Qué material se ha utilizado para fabricar el producto? ¿Dónde y de qué forma puede reutilizarse, ya sea en su conjunto o en forma de componentes individuales? Nuestro proveedor de envases rose plastic AG ha obtenido una excelente puntuación en este apartado, lo que le ha valido el certificado "Cradle to Cradle®" de plata. Nos gustaría emularlos y conseguir nosotros también la certificación de plata.

Incluso antes de que se establezcan requisitos fijos por ley, ya hemos encontrado la manera de cumplir las cuotas de reciclado exigidas. En 2030 se reciclará el 55 % de los envases de plástico para reducir las emisiones de CO2. En 2021 salieron de nuestras fábricas más de 6,3 millones de envases de plástico; esto corresponde a un peso de plástico de aproximadamente 58,6 toneladas. Extrapolando el volumen previsto en Europa para 2022, utilizando envases de plástico PCR  en lugar de plástico virgen  podemos ahorrar  226 toneladas de emisiones de CO2 al año. De este modo, podremos reducir nuestras emisiones de CO2 en el ámbito de los envases en al menos un 60 %.